Si pudiera regresar el tiempo

 Haría muchas cosas diferentes, claro, si yo pudiera ser el mismo Michael que yo soy hoy en día. Empezaría con mis arrepentimientos.

1. Pasaría más tiempo de calidad con mis abuelos.

    Aunque yo solo era un niño, me doy cuenta ahora del impacto que tuvieron en mi vida mis dos abuelos maternos, especialmente en comparación con mis abuelos paternos que no estuvieron presentes en mi vida para nada. Extraño mucho a mi Apu Sing Sing y a mi Apu Dada y no veo la hora de que nos podamos ver otra vez, si Dios quiere, en el cielo.

    Podría haber aprendido más de ellos dos. De mi abuela, podría haber aprendido a cocinar más y de sus ricas recetas como su sinigang, apple sauce, sus platos de pollo, etc. También, jugaría el Bingo con ella, ver la televisión juntos (Jeopardy y The Price is Right) y acompañarla a hacer las compras. Claro, mi abuela sufrió del derrame cerebral cuando yo estaba en el sexto grado, yo solo tenía 11 años. Falleció hace 4 años ya.

    De mi abuelo, aprendería el español de él, aunque tenía un acento español. Sería nuestro idioma secreto donde nadie más de la familia nos podría entender. Escucharía más de sus cuentos. Recuerdo uno de un concurso entre el sol y las nubes. También yo lo ayudaría en el jardín y afuera, aprendiendo de la jardinería y carpintería. Falleció cuando yo tenía 18 años.

    Me gustaría haber aprendido el kapampangan de ellos dos. Podía haber orado / rezado más con ellos. Hasta me gustaría haber viajado con ellos a Filipinas, pues hasta hoy sigo sin conocer de dónde vienen. Ahora sería más complicado ya que nadie de mi familia habla el tagalo ni el kapampangan mucho.

Que en paz descansen y que nos veamos nuevamente cuando se acabe mi tiempo en la tierra.

2. Iría a otra escuela secundaria y / o pasaría más tiempo en la biblioteca o con un diferente grupo de amigos

    Yo le insistía a mi mamá a que me mandara a Notre Dame, la misma escuela secundaria a dónde iban a ir mis amigos de la escuela primaria. Mi abuelo también quería que yo asistiera a Notre Dame ya que es una escuela católica. Sin embargo, mi mamá habría estado contenta si yo hubiera asistido a la secundaria que está a unas cuadras a la casa. Me gustaría que DJ asistiera a aquella escuela si siguiéramos viviendo aquí. 

    Notre Dame estaba lleno de estudiantes privilegiados (que ni se dieron cuenta de lo privilegiados que eran), mimados y que sentían que tenían derecho a todo. Lo peor de aquella escuela era el hecho de que se dividían los grupos de amigos entre las raíces y etnias de la persona. Por ende, me asociaba con los filipinos de mi grado, aunque nunca sentí que yo pertenecía con ellos, siempre me sentí un extranjero con ellos. Siempre hablaban de los mismos temas y su sentido de humor era pésimo, aburrido y me daba asco, yo nunca participé en sus círculos.

    Hubo mucha discriminación, bullying y todos se juzgaban el uno al otro. Además, no había una variedad de cursos y optativas, en comparación con otras escuelas secundarias que tenían cursos de carpintería, de cocinar, etc. Yo tomé la clase de "band" por 4 años (banda musical es la traducción literal, pero la clase de "música clásica" sería una mejor traducción). Tocaba el clarinete y el saxofón tenor y conocí a mi primera novia en esta clase. La mayoría de la clase / banda éramos filipinos y asiáticos (chinos). Ya no me acuerdo tocar los instrumentos.

    Me esforcé en asociarme con diferentes compañeros de mi grado, como Dom y el grupo de amigos de mi ex novia. Mirando hacia atrás, me gustaría haber pasado más tiempo en la biblioteca, leyendo libros o buscando otros pasatiempos como el ajedrez... el cual me trae al siguiente punto.

Yo en la secundaria, en el grado 11, con un premio de "First Honors" por mis buenas notas. La educación de Notre Dame no era tan buena, la hicieron muy fácil para atraer a los estudiantes. ¡Cabe destacar que había que pagar la matrícula y no era barata! En comparación, las escuelas públicas son gratuitas. Otra razón por la cual estoy muy agradecido con mi mamá.

 

3. Jugaría el ajedrez (en vez de los videojuegos)

    Mi papá me enseñó a jugar el ajedrez cuando era muy joven pero nunca lo tomé muy en serio, es decir que solo jugaba con él cuando me decía que jugáramos, pero nunca jugué contra otros niños de mi edad ni con otras personas. También mi mamá me metió en dos clases de ajedrez pero no me acuerdo nada de ellas.

    Yo ya iba a la biblioteca semanalmente con mi mamá, ahora pienso que en vez de usar las computadoras para jugar los videojuegos, yo podría haber leído libros del ajedrez o por lo menos haberlo jugado en las computadoras. 

    En mi edad actual y después de jugarlo por más de un año, me doy cuenta de los aprendizajes que ofrece este bonito juego, cómo mencionaba en esta publicación anterior. Creo que en mi juventud, me habría enseñado a tener más disciplina, a estudiar y esforzarme a mejorar como ajedrecista y joven y evitar la tendencia de la gratificación instantánea. Me habría ayudado con mi manera de pensar y enseñarme a tener confianza en mí mismo y mis decisiones. 

    Desperdicié demasiado tiempo jugando los videojuegos. Eran muy estimulantes y adictivos, me quitaban tiempo valioso que podía haber pasado con mi familia y amigos, o pude haber aprendido a hacer diferentes cosas más útiles o prácticas como tocar la guitarra / piano, leer, cocinar, etc. Los videojuegos me distraían de la realidad de lo importante que estaba a mi alrededor. En otra publicación escribiré más en detalle acerca del impacto que han tenido en mi vida los videojuegos. Incluso que en un punto de mi vida, quise ser un jugador profesional de los videojuegos como carrera.

No sé quién tomó esta foto, pero fue tomada en la casa de mis abuelos, así que no creo que estuviera jugando con mi papá aquí. No recuerdo este momento de mi vida, tal vez por el trauma. Mi papá me regaló aquel tablero y todavía lo tengo.

4. Seguiría jugando el béisbol

    Yo empecé a jugar el béisbol a los 3 o 4 años gracias a mi mamá y jugaba cada año en la primavera y verano hasta que tenía 14 años. Decidí dejarlo después de tener una mala racha al final de mi última temporada, aunque yo dominaba la liga. Otro factor fue por los viajes para llegar a los campos de los otros equipos que muchas veces quedaban lejos, como a 2 o 3 horas en carro. Además, quería enfocarme en el baloncesto, pues me robó el corazón aquel deporte en aquella etapa de mi vida.

Yo estoy demasiado agradecido con mi mamá por meterme en el béisbol (entre los otros deportes como el fútbol, el baloncesto, el ballet, etc.), por acompañarme y ver mis juegos, incluso aprendió a anotar los juegos e hizo voluntariado en el puesto de comidas. 

Volví a jugar el béisbol y ahora juego el softból. A menudo me pregunto qué tan bueno sería yo o qué tan lejos habría llegado si no lo hubiera dejado.

El 18 de junio de 2008 después de ganar un campeonato.

5. Aceptaría mi rol dentro de mis equipos deportivos

    Me he fijado en que he tenido muchos sueños con el equipo de baloncesto de la secundaria de mi último año, yo sueño especialmente con el coach y el jugador estrella del equipo, tal vez porque yo los admiraba y valoraba su opinión en aquellos días. Se podría decir que mi coach fue como una figura paterna para mí en aquel tiempo. Lo malo es lo recuerdo gritándonos a mí y a mis compañeros del equipo "¡Eso no es suficiente!" y nos hacía correr mucho hasta vomitar. Definitivamente causó trauma en mi vida. 

    Ya que llevo un par de años trabajando en el mundo deportivo, veo los éxitos de muchos jóvenes deportistas, especialmente del baloncesto y me hace pensar en lo que yo podría haber sido porque yo era un buen jugador que podía tirar bien los tiros de tres puntos, pero no tenía buena confianza en mí mismo y lo mental me afectó demasiado. Me preocupaba más por decepcionar a mi coach o que me gritara por equivocarme en la cancha. Solo necesitaba jugar el juego y ser yo en la cancha y tener confianza en mí mismo porque yo llevaba mucho tiempo con el balón y con mucha práctica.

  En mi mente, yo sé que yo podría haber sido un mejor jugador si no tuviera miedo y aceptara mi rol dentro del equipo. Podría haber sido un jugador de los tres puntos y un buen defensor, pero intenté hacer todo bien en la cancha en vez de enfocarme en lo que necesitaba el equipo.

Recuerdo este juego muy bien. Jugué muy buena defensa contra el mejor jugador del otro equipo hasta que se frustró e intentó pelear conmigo. Fue en el gimnasio de la secundaria de San Patricio.

6. Le prestaría más atención a mis hábitos

    ...A los buenos y a los malos. Ya sé que eso sería demasiado de pedirle a un niño o a un adolescente. Ahí es donde un buen padre o un modelo autentico a seguir es fundamental ya que los jóvenes no saben mejor. Mi mamá no pudo hacerlo todo ella solita (pero todo lo que hizo lo hizo bien), como dicen el dicho, Requiere un pueblo entero para criar a un niño. Muchas veces, tuve que experimentar muchas cosas por mí mismo y sacar mis propias conclusiones. 

    El libro Hábitos atómicos de James Clear explica bien la importancia de tener buenos hábitos. Somos criaturas de rutinas y hábitos, nos definen, así que hay que ser consciente de lo que uno está haciendo a diario porque las acciones tienen consecuencias positivas y negativas a corto plazo y a largo plazo (otro aprendizaje del ajedrez). Dicho todo esto, formaría buenos hábitos y eliminaría los malos. Es algo que hoy en día sigo trabajando.

Haría ejercicio con más intención, para ser un poquito más fuerte cada vez que fuera.

7. No tendría miedo de ser yo... y ser diferente

    Como mencioné en el segundo punto, nunca sentí que yo me encajé en ningún grupo de compañeros de mi grado, especialmente con los filipinos. Siempre me juzgaban por ser diferente que ellos, por no ser tan filipino como ellos. Siempre yo intentaba hacer las cosas diferentes pues porque tenía la mente abierta. Tal vez por eso me perforé la oreja y me conseguí un tatuaje cuando era adolescente. Solo es que yo guardé mucho a mí mismo porque estaba harto de que se burlaran de mí por ser diferente que ellos y pues a la vez por sentir que no pertenecía con ellos. Quizás por eso no me relaciono mucho con la cultura y gente filipina.

   Hoy en día, me quiero mucho y disfruto de ser diferente. No me mantengo en contacto con aquellas personas de la secundaria, nos fuimos y seguimos nuestros caminos diferentes, yo no cambiaría eso. He podido crecer mucho y conocer a muchas personas al soltar aquellas "amistades". Me he sentido libre en ese aspecto.

Conclusión

Pero claro, según dicen que no seríamos nosotros hoy en día si no fuera por nuestros pasados. Estoy seguro de que algunos hombres mayores me miran y desean retroceder el tiempo y tener mi edad. Por lo menos todavía tengo la capacidad física, puedo correr, saltar, hacer ejercicio, etc. Por eso quiero seguir con mi rutina de estiramientos, mantenerme activo y seguir aprendiendo. 

Una foto de mi cumpleaños número 28. Lo celebramos en el rancho.

A los niños les urge ser adultos o como los grandes y los adultos extrañan sus días de inocencia y niñez. Quiero asegurarme de que lo enseñemos a DJ bien como sus papás para que no tenga tantos arrepentimientos como yo, jeje.

Yo debería apreciar esta etapa de mi vida, aprovecharla y ser agradecido con Dios.

Si pudieras regresar el tiempo, ¿qué cambiarías tú?